Urticaria

¡Hola a todos! Llamadme optimista, pero están ya subiendo un poco las temperaturas, los cielos se despejan y la gripe y los broncoespasmos se baten lentamente en retirada. Es una época esperanzadora para la pediatría de urgencias, se prevé un descenso progresivo del volumen de pacientes que acuden a los hospitales en masa con fiebres de 40ºC y tos de tres meses de evolución. Adelantándome a la temporada primavera-verano 2019 os traigo hoy una entrada sobre la urticaria.

El niño está bien, o a lo mejor acaba de pasar un costipado, pero de pronto se ha llenado entero de manchitas rojas que le pican un montón. ¡También parece que se le hinchan los dedos! ¿Es grave? ¿Me tengo que preocupar?

No todas las manchas que salen en la piel son urticaria. Los exantemas (que es el nombre técnico de los sarpullidos) pueden tener muchas formas diferentes. La urticaria presenta lesiones características llamadas habones que recuerdan, para que nos entendamos, a las picaduras. Son lesiones sobreelevadas que no solo se ven, sino que al pasar los dedos por encima se notan. Además los habones son confluyentes: se pueden juntar varios para formar una placa muy grande que en ocasiones ocupa incluso medio tórax o espalda. También son pruriginosos: dan picor (en ocasiones desesperante). Y además son evanescentes: aparecen, desaparecen, se mueven de localización, cuando el niño está más fresquito parece que se desvanecen y cuando entra en calor se vuelven a encender. Pueden ser blanquecinos o eritematosos (rosados).

Fuente: Wikimedia Commons

Si el exantema cumple estas características se llamará urticaria, y hasta el 25% de la población general la padecerá al menos una vez en la vida. Será aguda si dura menos de 6 semanas, y crónica si dura más. Esto quiere decir que no tenéis que tiraros de los pelos ni preocuparos si se prolonga más de los 4-5 días que uno espera de cualquier proceso vírico: repito que es normal hasta mes y medio. Así que paciencia con ella.

En niños la causa más frecuente de urticaria aguda es la infecciosa, pero hay muchas más: alergias, estrés emocional, el frío, reacciones autoinmunes... Lo cierto es que en la mayoría de casos no llegamos a saber el origen: la urticaria aparece un buen día, dura generalmente menos de 6 semanas, luego se va y en muchas ocasiones para no volver. Lo importante es que sepáis que no necesitamos saber la causa para tratarla: podemos administrar medicamentos para aliviar el picor, pero eso no hará que el periodo de urticaria acabe antes. Normalmente este tipo de lesiones va fluctuando hasta desaparecer, o sea, hay momentos que las manchas casi no se ven y otros que están más inflamadas, y estos vaivenes pueden oscilar durante mes y medio hasta irse del todo.

La urticaria en sí no es grave. Puede ser manifestación de una enfermedad importante, como todo en esta vida, pero lo más común en pediatría es que coincida con que el niño tiene alguna infección vírica en ese momento: un catarro, una diarrea, ...

¿Qué hacemos entonces para que los niños estén más cómodos hasta que la urticaria se vaya sola cuando se tenga que ir?

  • Antihistamínicos: este tipo de medicamentos se da también a los pacientes alérgicos, sirven para tratar el prurito. 
  • Corticoides: cuando la urticaria es más importante el pediatra puede asociar en ocasiones un corticoide oral, siempre en tandas cortas. Recordad que nunca debéis medicar por vuestra cuenta a vuestros hijos y menos con un corticoide, porque es un antiinflamatorio potente que puede tener importantes efectos secundarios si no se usa bien.
  • Tratamientos específicos: cuando la urticaria se cronifica (repito: dura más de 6 semanas) es cuando hay que empezar a hacer pruebas para detectar la causa subyacente, e incluso se derivará al niño al especialista pertinente si se considera necesario. Serán el alergólogo, el reumatólogo o el hematólogo quienes indicarán si hay algún medicamento más especializado para tratar la enfermedad potencial que hay detrás de una urticaria crónica.
  • Medidas higiénicas: conviene que el niño esté lo más fresco posible, no sobreabrigarlo, no darle baños muy calientes... porque el calor hará que la urticaria se encienda más y sea más pruriginosa. También habrá que extremar la higiene de las uñas, porque los niños a menudo se rascan sin darse cuenta (incluso dormidos) y de este modo evitamos al menos que se hagan heridas y se infecten. La crema hidratante puede ayudar para que la piel no se seque cuando la urticaria se vaya descamando. Y recordad que en la urticaria la piel está más sensible de lo normal, así que hay que evitar colonias, cremas con perfumes, tejidos más duros o rasposos en la ropa y cualquier otro estímulo que pueda empeorar la evolución natural.


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