Heridas, cortes y suturas.

En verano aumenta notablemente la incidencia de golpes y chichones. Hace buen tiempo, salimos más, los niños sacan los patines o la bicicleta y los accidentes a veces son inevitables (aprovecho y recuerdo desde aquí la importancia del casco). Con suerte solo hay que lamentar algún arañazo tonto, pero también nos podemos llevar sustos. Si vuestro hijo alguna vez se ha partido el labio o se ha abierto la cabeza sabéis de lo que hablo, no es agradable. En esos momentos siempre cunde el pánico, sobre todo si hay sangre de por medio. 

¿Qué debemos hacer en estas situaciones? El niño se ha caído y tiene una herida. Igual no es muy valorable la profundidad en un primer momento porque cuando la hemorragia está activa no tenemos buena visión de los estragos. Hay heridas que sangran mucho y luego solo son rasguños, pero ante la duda hay que presionar con alguna gasa o tela limpia. A una mala, cualquier prenda de ropa nos puede servir. No son muy recomendables el papel ni el algodón porque pueden quedar fibras dentro del corte que después dificultan la cicatrización o se pueden infectar.

Fuente: Flickr.

Hay que lavar la herida con abundante agua, si puede ser un chorro a presión, para saber qué tenemos delante. Como ya he comentado, algunos cortes después de limpiarlos vemos que son muy pequeños, mientras que otros presentan separación de los bordes de la piel. Los más profundos pueden incluso dejar ver la grasa de debajo de la dermis o el hueso. En cualquier caso, haremos presión sobre la herida hasta que lleguemos al servicio de Urgencias, ya sea del Centro de Salud o del Hospital.

Espero que no os pase nunca, pero si ha habido una amputación hay que llevar siempre el resto biológico junto con el paciente. La mejor manera de conservar un miembro amputado es en hielo, pero manteniéndolo seco porque la humedad lo puede estropear. Lo ideal es envolverlo bien en tela y meterlo en una fiambrera con cubitos o placas de congelado. 

Si al niño se le ha saltado algún diente, también conviene quedárselo porque algunas veces se vuelve a colocar. La mejor manera de transportar un diente es en su hábitat natural: es decir, introduciéndolo de nuevo en la cavidad de la que ha salido. Si el niño es pequeño, no colabora y corre riesgo de atragantamiento también se puede transportar en un recipiente con leche, suero fisiológico o dentro de la boca de los padres (la saliva es el mejor método de conservación). 

Si los dientes son de leche no hace falta conservarlos, no es tan grave
como perder un diente definitivo. Fuente: Pixabay.

No déis nada de comer o beber al niño. A lo mejor tendrán que sedarlo o anestesiarlo para la revisión y sutura de la herida, y para ello será necesario que lleve varias horas en ayunas. Si acaba de comer tendréis que esperar en observación hasta que se le pueda poner la medicación.

Hay varios métodos para el cierre de las heridas:
  • Tiras o puntos de aproximación: son unas tiritas adhesivas que hacen más fuerza que las tiritas normales y sirven para mantener unidos los bordes de la herida. Solo sirve para zonas que no tienen tensión, es decir, cortes que por sí solos se mantienen cerrados a no ser que estiremos con los dedos.

  • Pegamento biológico: sí, habéis leído bien, pegamento. Igual que el anterior, va bien para cortes que por sí solos cierran bien porque no hace tanta fuerza de tracción como una sutura.

  • Grapas: tienen buena fuerza de aproximación y van genial en zonas como el cuero cabelludo. No obstante proporcionan un cierre un poco menos meticuloso que una sutura con hilo, por lo que en zonas como la cara donde hay que tener en cuenta el resultado estético igual no serían la primera opción.

  • Puntos de sutura: la sutura clásica, la más conocida. Hay hilos de distintos tipos y también diferentes formas de poner los puntos, pero todos proporcionan buena aproximación y la cicatriz queda bastante estética normalmente.
La retirada de las grapas y los puntos depende de la región corporal: generalmente en la cara basta con 4-5 días mientras que en brazos y piernas podemos necesitar hasta 10 días.

¿Y las curas de la herida después de la sutura? En casa conviene que no toquéis mucho el corte en las primeras 48h, y sobre todo que no lo mojéis. Transcurrido este tiempo ya se puede destapar y bañar al niño de forma habitual poniendo también agua y jabón encima de la sutura. Luego la zona debe quedar lo más seca posible. Como mejor curan los puntos es al aire, pero si se trata de un niño pequeño que se lo va a tocar, o vais a algún sitio con tierra o riesgo de contaminación, se cubrirá la herida con un apósito estéril. Por supuesto se puede tratar el dolor con algún analgésico.




Enlaces de interés:
Recomendaciones de actuación en caso de avulsión de un diente, de Clínica Dental Odas.
Preguntas sobre suturas y grapas, en Advocare.
Suturas en cirugía menor. Revista de Medicina de Familia, SEMERGEN.

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