La sedación y anestesia de los niños en urgencias.

Si tenéis un niño que ha tenido mala suerte y se ha hecho una herida, puede que vengáis a urgencias deseando que le anestesien antes de ponerle puntos. Este es el caso más típico en el que se suele pensar, pero los fármacos anestésicos abarcan mucho más. ¿Es lo mismo lo que te ponen para dormirte una zona de la piel que para dormirte entero en el quirófano? ¿La anestesia general es lo que se pone a los niños que necesitan hacerse alguna prueba y no se están quietos? ¿Se puede poner anestesia a todos los niños? ¿Qué es la sedación? Las familias tenéis muchas preguntas con respecto a esto, y es natural.

Hay muchos fármacos que se pueden utilizar, y el especialista que los entiende mejor es el anestesista. No obstante, hay procesos de sedación o anestesia menor que se pueden poner en urgencias por parte de otro personal sanitario, como los pediatras. Costaría mucho explicar toda la sedación en un post, así que voy a intentar resumir lo más posible. Tenéis que entender que al sintetizar me estoy dejando algunos matices en el tintero, pero tomadlo como una introducción (muy) general 😉

La anestesia se puede administrar por vía inhalatoria, con una mascarilla.
Fuente: Wikimedia Commons.

Los sedantes sirven para relajar al paciente, para quitarle la ansiedad o el nerviosismo, pero NO quitan el dolor a priori, (hay fármacos que son a la vez sedantes y anestésicos). Pueden dar somnolencia de grado variable, llegando incluso a la sedación profunda en la que el paciente pierde la consciencia. Un ejemplo son las benzodiacepinas. En urgencias los usamos a veces para niños pequeños que tienen que estar quietos para hacerse una prueba de imagen, por ejemplo, como una tomografía (TC).

Los anestésicos son medicamentos que quitan el dolor, pero no alteran el nivel de conciencia y el paciente puede estar despierto. La anestesia puede ser local o general.
  • Anestesia local: se pone para quitar la sensibilidad en una zona concreta, por ejemplo para suturar una herida. También se pueden hacer bloqueos de un nervio entero para áreas más extensas, como un brazo completo.

  • "Anestesia general": aunque reciba este nombre, realmente se trata de una sedación profunda porque consiste en dormir al paciente profundamente. Se utiliza casi exclusivamente para el quirófano, y no siempre. Cada vez más se intenta optar por anestesias que permitan que el paciente esté despierto, porque así respira él solo y las complicaciones son menores. En niños, sin embargo, se ponen más anestesias generales que en adultos porque los peques no son capaces de soportar una cirugía entera estando conscientes.
La sedación profunda deprime la respiración, por eso tenéis que saber que con cualquier sedante se corre el riesgo de que el niño empiece a tener problemas para ventilar bien, o que incluso deje de respirar por completo. En ese caso tendremos que intubarle y conectarle un respirador.

Los pacientes sedados deben estar monitorizados para controlar la respiración
y la frecuencia cardíaca, entre otros. Fuente: Pixabay.

 

¿Cuáles son los riesgos de estos procedimientos?

La anestesia local solo tiene riesgos de reacciones adversas en la zona donde se pone, como una alergia que daría enrojecimiento, inflamación y picor. Es raro que dé problemas más importantes.

La sedación tiene también riesgo de alergia (como cualquier fármaco o alimento que se da por primera vez), pero el efecto secundario más relevante es que haga "demasiado efecto" y las funciones vitales del paciente se depriman, llegando incluso a dejar de respirar o a bajar el ritmo cardíaco. Por eso la anestesia general o sedación profunda requiere monitorización y vigilancia estrecha por parte del médico.

¿Qué hay que tener en cuenta cuando nos vamos a casa?

  • Vigilancia por un adulto: hay que supervisar siempre al niño las siguientes 24h y no dejarlo solo en actividades potencialmente peligrosas, como meterse en la bañera o cruzar la calle.
  • Vómitos: a veces la sedación puede dar náuseas, por lo que conviene que le deis algo suave para comer después de un procedimiento de este tipo para comprobar que tolera bien.
  • Mareo: puede ser que después de una sedación el niño se encuentre un poco inestable o con sensación de cansancio. Puede dormir con normalidad, pero vigilad de vez en cuando que respire bien y que cuando se despierte tenga un buen nivel de alerta.
  • Dolor: cuando se pase el efecto de la anestesia local (por ejemplo si el niño tiene una fractura o una herida) le volverá a aparecer el dolor. Para tratarlo habrá que estar preparados con los analgésicos habituales, como paracetamol o ibuprofeno.
  • Amnesia: es normal que después de usar sedantes el niño no recuerde lo que ha pasado.



Enlaces de interés:
- Anestesia general, online en www.tuasaude.com
- Dolor en los niños, online en enfamilia.aeped.es

 

Comentarios