Arranca Septiembre, y con él vuelve el curso escolar. Los más pequeños empiezan su primer año de guardería, y es inevitable que durante los próximos diez meses cojan un montón de infecciones. Si tenéis suerte podrán ir a clase unas semanas entre virus y virus, pero hay niños que encadenan uno con otro y apenas tocan el aula. Y esto, a los padres, siempre os despierta la misma inquietud: ¿le pasará algo con las defensas? La respuesta es SÍ: que funcionan bien.
¿Por qué los niños cogen más infecciones que los adultos? Para responder a esto tenemos que introducir unas pinceladas de cómo funciona el sistema inmune, "las defensas" del cuerpo. En nuestro organismo hay muchas células diferentes encargadas de combatir a los gérmenes, ya sean virus, bacterias, hongos o lo que se tercie. Uno de estos mecanismos de defensa son los anticuerpos.
El sistema inmune tiene un mecanismo genial que se llama "memoria". ¿En qué consiste? La primera vez que entramos en contacto con un germen desconocido para nosotros el cuerpo tiene que crear anticuerpos nuevos para combatirlo, y esto tarda un tiempo. Durante ese tiempo la infección se puede extender. Para que la respuesta sea más rápida, el organismo "se acuerda" de cómo era ese germen para la próxima, de modo que si en el futuro volvemos a entrar en contacto con él nuestros anticuerpos ya están listos para salir a luchar desde el primer minuto. Por eso la primera vez que se coge una infección suele ser más grave y dar más síntomas que las siguientes, y por eso algunas enfermedades como la varicela solo se pueden coger una vez.
Este sistema de memoria es la base de todas las vacunas: lo que hacemos es "enseñarle" a nuestro sistema inmune una serie de gérmenes para que, si alguna vez nos infectan de verdad, ya tengamos las defensas preparadas para atacar. Así nuestra respuesta es mucho más efectiva y será mucho más probable que nos carguemos la amenaza antes de que nos dé problemas.
Ahora ya podréis deducir por qué los niños pequeños cuando empiezan la guardería están siempre malos. Es la primera vez que están en contacto con otros peques, y por tanto con multitud de virus y bacterias nuevos. Un compañero tiene mocos, otro diarrea, otro manchitas en la piel, ... y vuestro hijo todavía no conoce ninguna de estas enfermedades. ¿Qué tiene que hacer entonces su sistema inmune? A base de infectarse una y otra vez va creando células de memoria.
No os preocupéis, tras el primer o segundo año de colegio sus defensas habrán visto ya tantos gérmenes que tendrán una respuesta cada vez más rápida, y lo que antes eran cinco días de fiebre de 40ºC se convertirá simplemente en dos días de dolor de garganta y algo de tos. Como siempre os decimos, paciencia, que cada edad tiene lo suyo. De momento preparaos para pasar el invierno entre pañuelos y calditos calientes 😉
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| Los anticuerpos tienen esta estructura de "Y", y los antígenos (los agentes infecciosos) se unen en uno de los extremos. De este modo, los anticuerpos neutralizan las amenazas para que el cuerpo las pueda eliminar. Fuente: Wikipedia. |
El sistema inmune tiene un mecanismo genial que se llama "memoria". ¿En qué consiste? La primera vez que entramos en contacto con un germen desconocido para nosotros el cuerpo tiene que crear anticuerpos nuevos para combatirlo, y esto tarda un tiempo. Durante ese tiempo la infección se puede extender. Para que la respuesta sea más rápida, el organismo "se acuerda" de cómo era ese germen para la próxima, de modo que si en el futuro volvemos a entrar en contacto con él nuestros anticuerpos ya están listos para salir a luchar desde el primer minuto. Por eso la primera vez que se coge una infección suele ser más grave y dar más síntomas que las siguientes, y por eso algunas enfermedades como la varicela solo se pueden coger una vez.
Este sistema de memoria es la base de todas las vacunas: lo que hacemos es "enseñarle" a nuestro sistema inmune una serie de gérmenes para que, si alguna vez nos infectan de verdad, ya tengamos las defensas preparadas para atacar. Así nuestra respuesta es mucho más efectiva y será mucho más probable que nos carguemos la amenaza antes de que nos dé problemas.
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| Las vacunas ayudan a nuestro sistema inmune a prepararse para pelear. Fuente: Pixabay. |
No os preocupéis, tras el primer o segundo año de colegio sus defensas habrán visto ya tantos gérmenes que tendrán una respuesta cada vez más rápida, y lo que antes eran cinco días de fiebre de 40ºC se convertirá simplemente en dos días de dolor de garganta y algo de tos. Como siempre os decimos, paciencia, que cada edad tiene lo suyo. De momento preparaos para pasar el invierno entre pañuelos y calditos calientes 😉
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