¿Los dispositivos electrónicos afectan a la salud de los niños?

Se habla mucho hoy en día sobre los efectos negativos de los dispositivos electrónicos en la salud infantil. Seguro que si os pregunto nadie cree que sea sano para los niños pasar horas y horas frente a la tele o jugando con la tablet. Sin embargo, es abrumadora la cantidad de tiempo que los peques se tiran delante de una pantalla. Todos conocemos de sobra los peligros del tabaco o de ir en moto sin casco. No obstante, las recomendaciones parecen más difusas cuando hablamos del abuso de la tecnología. ¿Es realmente tan nocivo que jueguen un rato a la consola todas las tardes? ¿Qué tiene de malo ponerles un vídeo en el móvil para que se distraigan mientras comen?

Es peligrosamente fácil dejarlos ahí sentados y olvidarse por un rato...
 Fuente: Pixabay.

La Sociedad Canadiense de Pediatría hizo un estudio en 2017 sobre el tiempo que pasaban los menores de 5 años delante de las pantallas, y ojo a las conclusiones porque son muy interesantes: determinaron que los menores de 3 años aprenden muy poco o nada del contenido audiovisual que reciben aunque sea supuestamente "educativo", ya que no son capaces de relacionar lo que ven en la imagen con la vida real. Los peques aprenden casi todo por imitación de los adultos y por interacción con otras personas. Por tanto, pasar el rato focalizando la atención en dispositivos varios no solo no les aporta nada, sino que les resta tiempo de relacionarse con la gente y por lo tanto de desarrollarse a nivel cognitivo.

Se encontró también asociación entre el tiempo que pasan los menores de 1 año delante de una pantalla
y un retraso en la adquisición del lenguaje. Fuente: Pixabay.

Hemos hablado sobre la televisión y el contenido audiovisual en general (móviles, tablets, ordenadores...) pero ¿qué pasa con otros aparatos, como los libros electrónicos? Por si os lo preguntabais, también hay estudios al respecto. Parece que con los eBooks sencillos que solo muestran letra no hay diferencia respecto a un libro en papel, pero con los que transmiten sonidos o leen en voz alta el niño se distrae del contenido de la historia. Parece que los peques se quedan más con las  onomatopeyas que con el argumento, y aunque tengan un adulto al lado la conversación suele centrarse en las animaciones. Esto le resta mucho valor a lo que puedan aprender o las experiencias enriquecedoras que puedan adquirir leyendo un cuento con sus papás.

Recordad que vuestros hijos aprenden por imitación, sobre todo los menores de 5 años.
Si os ven leer a vosotros y os ponéis con ellos a mirar cuentos, es mucho más probable
que les despertéis el hábito. Fuente: Pixabay.

Además, el uso de pantallas durante más de dos horas al día se asoció con más incidencia de miopía. Hace un tiempo oí en la radio que en Japón habían iniciado programas para luchar contra las tasas crecientes de miopía en niños: la iniciativa del Gobierno consistía en llevarlos a pasear al campo de forma regular para que estuvieran un rato sin fijar la vista en objetos cercanos. Es un poco fuerte que tengamos que llegar a estos extremos, pero la vida moderna parece que no deja mucho tiempo para irse de excursión, tristemente...

Y hablando de esto, el siguiente problema se deduce por lógica: los expertos nos advierten de que, cuanto más tiempo pasan los peques en casa con cualquier aparato electrónico como fuente de ocio, más aumentan las cifras de obesidad infantil. Estar viendo la tele o el móvil mientras uno come hace que no regule igual de bien la sensación de saciedad. Os puede parecer una buena idea en principio a los que tenéis hijos "mal comedores", pero a la larga repercute negativamente en sus hábitos alimentarios.

La luz azul que emiten las pantallas, además, altera la calidad del sueño, ya que disminuye los niveles de la hormona que producimos cuando oscurece y que nos ayuda a dormir. Estar con el móvil o mirando la televisión las dos horas antes de irse a la cama hace que a los niños les cueste conciliar el sueño y que éste sea más superficial y menos reparador.

Los bebés de hoy en día son auténticos nativos digitales, hay que tener cuidado
y limitar el tiempo que dedican a la tecnología. Fuente: Flickr.


Esto no quiere decir que los niños más mayores no se puedan beneficiar de ver una buena película o de disfrutar de algún juego como entretenimiento ocasional. Algunos programas educativos realmente pueden contribuir a su desarrollo cuando ya tienen edad de entender lo que están viendo (según los investigadores, a partir de los 5 años aproximadamente). No obstante, tened en cuenta que en cualquier etapa de sus vidas, y especialmente en la adolescencia, conviene que las familias controléis el acceso de los menores a la tecnología y las redes sociales. Tener televisión en su habitación conduce casi por sistema a un abuso de las horas que pasan frente a ella. Y en cuanto a la privacidad en Internet, los chats con desconocidos, las fotos íntimas... nunca es pronto para sentaros con vuestros hijos y explicarles de qué va el mundo. El ordenador, si es posible, está mejor en el salón o en cualquier espacio común donde los adultos podáis echar un ojo al uso que se hace de él.




Enlaces de interés:
  • Los niños pequeños y los aparatos electrónicos. Childcare Health Program of California, año 2005.
  • Academia Americana de Pediatría. Children, adolescents and television. Revista Pediatrics, año 2001. 
  • Moser, A et al. They can interact, but can they learn? Journal of Experimental Child Psychology 137 (2015) 137–155.
  • Reich SM et al. Tablet-based ebooks for young children: what does the research say? (J Dev Behav Pediatr 37:585–591, 2016).

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