Atragantamientos en niños

El atragantamiento es uno de los problemas que más miedo suscita entre las familias que tenéis niños pequeños, sobre todo lactantes que empiezan con la alimentación complementaria. Los pediatras somos muy insistentes con que los menores de 5-6 años no se expongan a situaciones de riesgo:
  • NO deben comer frutos secos, ni enteros ni a trozos. Se pueden moler y mezclar el polvo con otros alimentos, pero nada más grande que eso.

  • NO hay que darles caramelos ni chupa-chups.

  • NO deben jugar con globos, son muy peligrosos cuando se los ponen en la boca para hincharlos. Si los aspiran y se les quedan en la vía respiratoria, la goma hace prácticamente imposible ventilarlos en la reanimación.

  • NO deben llevar collares ni pulseras con cuentas. Los collares de ámbar que están tan de moda son un peligro y más vale que los desterréis desde ya.

La prevención es lo más importante. Fuente: www.cpsc.gov.

Dicho esto, los accidentes ocurren, y hay una diferencia muy grande en cuanto al pronóstico entre iniciar las maniobras de desobstrucción de forma temprana o demorarlas. Vamos a aprender hoy las pautas de actuación en caso de obstrucción de vía aérea por un cuerpo extraño (OVACE).

1. Obstrucción leve.

El niño está consciente pero se le acaba de ir algo "por el otro lado", como se suele decir. En este caso lo que debemos hacer es incorporarle para que esté sentado y animarle a que tosa con fuerza. La tos es el mecanismo más eficaz para expulsar objetos de la vía respiratoria. 

2. Tos inefectiva, niño consciente.

Si la obstrucción progresa, la tos se irá haciendo más débil y el niño perderá fuerza. En este momento es cuando tenemos que empezar con la maniobra de Heimlich. El paciente tiene que estar de pie, por lo que según su tamaño nosotros nos colocaremos de una forma u otra:
  • Niño pequeño: nos agacharemos detrás de él poniéndonos de rodillas.
  • Niño mayor, adolescente y adulto: nos pondremos detrás de él de pie. 
Abrazaremos el tórax del paciente, juntaremos las manos en el punto donde termina el esternón y se encuentra la boca del estómago. Nuestras manos tienen que estar cogidas entre sí en forma de puño, con el nudillo del dedo gordo sobresaliendo hacia el abdomen del niño. Haremos cinco compresiones con fuerza en dirección hacia nosotros y hacia arriba, es decir, hundiendo el abdomen del paciente y en dirección a su cabeza. Después, daremos cinco golpes fuertes con el talón de la mano en su espalda, justo entre las dos escápulas. Continuaremos con el ciclo de cinco golpes en la espalda y cinco compresiones torácicas hasta que se recupere, o hasta que se quede inconsciente.
Maniobra de Heimlich en adultos y niños. Fuente: Wikimedia Commons.

 

3. Niño inconsciente.

Si las maniobras no son efectivas, el niño finalmente se quedará sin aire y perderá el conocimiento. En este punto, tendremos que actuar como si fuese una parada cardiorrespiratoria e iniciar la secuencia de reanimación cardiopulmonar tal y como vimos hace unas semanas.




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